Periodista, escritora y un tanto desquiciada. Cree que se puede dedicar a la literatura de terror pero su género es el romántico pasteloso. No en vano es autora de Desde el Mar, Corazón de Acantilado y Beach Kiss, los títulos lo dicen todo y, aunque parezca mentira, tiene lectores por todo el mundo.
En secreto escribe erótica, gótica, y malsana literatura que no se atreve a firmar sola y mucho menos a publicar. Le da a todo, no se le resiste ningún género: novela, relato, poesía y teatro, solo le falta escribir un ensayo de autoayuda, género del que es ávida lectora. Asegura que sus influencias literarias son García Márquez, Scott Fitzgerald, Allende, Le Fanú, Poe… pero es adicta a Bukowski, Stoker y Kafka. Lleva a una despiadada asesina dentro, a pesar de su cara de rubia tontina e inocente.
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Escribe cosas. Ha sido conductor de ambulancias, limpiador de aviones, operador del 112, vendedor de seguros, corrector de textos, productor audiovisual, periodista, marido. Ha escrito dos novelas que no le gustan ni a su Madre y una tercera –Notamos un Flash– que va a ser la bomba, hacedme caso.
Tiene dos libros de relatos –Historias del Peirao y La guerra de las arañas– publicados en formato digital y ahora se ha lanzado a esta aventura animado por Cristina, a ver si le da para comprarse el segundo yate. Hijo ilegítimo y poco aplicado de Bécquer, Delibes, Lovecraft, Cela, Asimov y Stephen King; papá de Antonio y de Claudia. En dos palabras: es un sujeto que adolece de la más elemental morigeración.
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Crudos, sucios, sangrientos 